Pero hay algo que no dicen, las cosas planeadas siempre salen mejor ( o peor) pero nunca de manera exacta a como lo imaginamos, porque no sabemos lo que podemos sentir en el momento por más que lo pensemos, de esta forma volvemos a darnos cuenta que no somos perfecto ni adivinos y eso ES LO QUE MÁS ME GUSTA DEL SER HUMANO, como se enfrenta a aquella "Ola de Sorpresas que nos trae la vida" y como se vuelve a levantar frente a ella.
Ayer fue uno de esos días, lo PLANEADO se volvió INESPERADO. Llena de alegrías, emociones, ADRENALINA.
Siempre he creído que son pocas las cosas que nos amarran a la vida, una de ellas para mi son los CONCIERTOS,( de aquellos grupos que nos gustan), aquel sonido en vivo a toda potencia, rodeado de gente distinta a nosotros, pero unidos gracias a lo que tenemos al frente. Por el tiempo que dure te sientes parte de ese grupo (a veces pequeño, otras veces extremadamente grande), sonríes, lloras, aplaudes, gritas... por esos minutos se transforman en más que unas personas desconocidas...cantas juntos a ellos y cruzan sonrisas de emociones-adrenalinicas, a veces con ojos llorosos otras a carcajadas.
Poco a poco, aquello que tanto habías esperado se comienza a transformar en algo mucho mejor, en algo fuera de toda expectativa posible que podíamos haber creado en nuestra mente.
Es impresionante como la MÚSICA se transforma en una droga que recorre nuestras venas a mil por horas, como es capaz de alejarnos de los problemas que tenemos a diario, responsabilidades, tristezas, de NUESTRA VIDA...como aquella dosis, nos hace OLVIDAR TODO, volviéndonos seres LIBRES donde VOLAR no es imposible.
Ayer no fue un día inesperado, pero se volvió algo mucho más que eso. Ayer la libertad me abrazó más fuerte que cualquier día, podía ser invencible, volar, llorar y sonreír al mismo tiempo. Ayer las expectativas se volvieron a destruir creando un escenario mejor al que estaba en los pensamientos. Ayer fuimos PERFECTOS dentro de lo IMPERFECTO.
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