jueves, 26 de noviembre de 2009

Late Goodbye



Sostienes mi mano, pero no entiendes
a donde yo vaya, tu no estarás al final
Sueño en colores de tener la posibilidad
con probar un romance perfect
o...

(Within Temptation - Utopia )




No hacer daño es lo primero que aprendemos. ¡No debes pegarle a tu hermano pequeño!, No debes gritarle a tu amiguito!, etc. De esa manera, inconcientemente nos comprometemos a vivir bajo ese juramento personal que nos imponen y nos acostumbramos a vivir.

Pero existen momentos, que sin querer, el dolor aparece como un mosquito que se alimenta de nuestras razones, nuestras ideas, de la nada se vuelve algo insoportable apoderandose de cada pedazo de nuestro cuerpo y mente, simplemente porque una persona rompió aquel juramento.

Sin darnos cuenta cuando hacemos daño, aparece la culpa.

El verdadero problema a esto... es que no hacemos ningun juramento para tratarlo. La culpabilidad nunca la podemos liberar, es la que nos lleva a la duda y la inseguridad de las cosas.

No hacer daño.

al fin y al cabo es más fácil decirlo que hacerlo. Sin darnos cuenta todos estamos haciendo daño queramos o no... A veces aunque intentemos ayudar, hacemos más mal que bien… Y es en ese instante cuando la culpa se apodera de nosotros y aparece su sonrisa maqueavelica.

La gracia de todo esto, es ¿Que hacemos con esa culpa?

¿ Hechamos la culpa a quién nos metió en problemas? o ¿aprendemos de ella e intentamos con toda nuestras fuerzas seguir adelante?


Creo que la segunda opción es mejor.